San Lorenzo de El Escorial
Madrid
Datos de la ruta:
Día: 22 de febrero de 2014
Distancia: 20.1 Km.
Dificultad: Media (por el desnivel inicial y la distancia)
Desnivel: 725m.
Duración: 4h 55m 54s.
Itinerario: Circular
Esto de mi puntualidad empieza a preocuparme. Dando las 07:00 en la emisora seleccionada en la radio del coche parto, cómo no, hacia Torrijos para recoger a Nacho.
Volvemos a los inicios, problemas de salud de unos, de agenda de otros, familiares de alguno y de principios de otro, hace que nos encontremos Nacho y yo, solos de nuevo ante el reto elegido para esta ocasión. Esperemos que esto no vuelva a repetirse.
La ruta elegida para hoy es la subida al pico Abantos partiendo desde la lonja del monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
No sé que tanto por ciento de credibilidad tienen las aplicaciones de móvil de este tipo, pero yo pongo el resultado para que quede constancia y os orientéis un poco.
Las previsiones metereológicas no dan lluvia para hoy, pero sí nos anuncian unas bajas temperaturas. A las 09:16, ya hemos desayunado en Maqueda, llegado a El Escorial, hemos aparcado, estirado músculos y cargado la mochila... ¡empezamos a andar!. Justo en ese momento empieza a caer lo que al principio confundimos con algo que cae de los árboles pero que enseguida nos damos cuenta de que es agua nieve, más nieve que agua, afortunadamente dura poco. Aunque se repetirá a lo largo de la mañana. Tras desorientarnos un poco por el pueblo y preguntar a un paisano que nos encontramos, llegamos a la presa del Romeral, donde empezamos a ver las primeras señales del GR-10, que es el sendero que debemos seguir.
Como veis, vamos bien abrigados y no nos falta detalle (cuánto daño ha hecho el Decathlon). El gorro y la braga nos sobrarán dentro de un rato pero el bastón nos va a venir muy bien en esta fase de ascenso.
Llegamos a un torno, colocado creo, para evitar el paso de motos que erosionen el camino. Debemos pasar quitándonos la mochila debido a su estrechez. Nos encontraremos alguno mas durante toda la ruta, pero no será hasta el último, cuando nos demos cuenta que se puede pasar por la puerta que veis al lado ¡espabilaos somos!
Un poco antes nos habíamos cruzado con lo que parecía una horda de "guiris" recién salida de un pub irlandés, que nos seguirán los pasos hasta la cima. El camino asciende entre piorno y retama negra, jara pringosa, cantueso, torvisco...
Según tomamos altura vamos divisando los valles de alrededor entre los pinos resineros. El ascenso es constante, nos empieza a sobrar el gorro, por lo menos a mí. Hemos cruzado un par de veces por una carretera o pista asfaltada más bien, aprovechamos para tomar un poco de aire y nos hacemos una foto de grupo.
Más arriba nos encontramos con más "guiris" ahora parece que hablan alemán ¡nos están invadiendo! Nos damos cuenta de que alguno lleva pañoleta, esto nos tranquiliza.
Ahora el ascenso es más leve y después de oír algún cencerro entre la maleza, nos encontramos algunos ejemplares de vacas que pacen a sus anchas y ni se inmutan por nuestra presencia, mas tarde daremos cuenta de algún pariente suyo... Por el camino vienen cuatro o cinco locos corriendo acompañados por un pastor alemán, no uno de los guiris, sino un perro, eso sí, vienen cuesta abajo, nada de machadas.
En poco tiempo llegamos a la fuente del Cervunal, que toma su nombre de una gramínea "el cervuno" (Nardus stricta) que parece ser que abunda por esta zona. Una amable teutona, que debe entender español, pues en este idioma le pide Nacho que nos haga la foto y que debe dar en cualquier parte de la pantalla de su nuevo teléfono para inmortalizar este momento, nos hace la foto. Un traguito de agua y damos novedades a los que nos siguen a través de las nuevas tecnologías.
Desde aquí accedemos a la pista que nos lleva al Abantos. Hemos tardado 1h 48m en recorrer los 6'7km y 725m de desnivel,que nos han traído hasta aquí y al llegar una mezcla de tristeza y alegría nos invade. Alegría porque ya ha pasado lo más duro y hemos hecho cumbre y tristeza por que al asomarnos sobre el abismo, en lugar de una bonita vista sobre San Lorenzo de El Escorial, lo único que vemos son nubes...
Para nuestro asombro nos encontramos con un individuo que ha subido hasta aquí en bici, ¡hay gente "pa tó"! y con otros tres que nos han adelantado corriendo, un poco antes de llegar.
Volvemos sobre nuestros pasos unos metros, ahora debemos seguir un camino que va paralelo junto a la pared maestra que mandara construir Felipe II alrededor de sus dominios. Mide unos 46 kilómetros y de nueve a doce pies de altura.
Por esta zona se hacen mas evidentes los restos de las nieves caídas durante los últimos días y por momentos la nevada es algo mas intensa.
El camino no está señalizado con las marcas de pintura del GR, pero tampoco son muy necesarias, pues solo hay que seguir el camino y la pared. Continuamos por el camino hasta el Portillo de los Pozos de la Nieve, donde hay una alambrada que limita las provincias de Madrid y Ávila.
Desde aquí continuamos hacia el refugio de la Naranjera, durante el trayecto pasamos por el alto de San Juan (1.734m), en días claros, no como el de hoy, desde este punto se divisa la Cruz del Valle de los Caídos.
El refugio, algún día hizo honor a su nombre, pero hoy en día solo quedan en pie las cuatro paredes, ¡una lástima!. Tenemos dos opciones seguir bordeando la pared hasta sabe Dios dónde o comenzar el camino de regreso que es lo que nos marca nuestro mapa. Para ello debemos comenzar a descender hacia la fuente de "Los negros".
A lo largo de este tramo se observan algunas explanadas que parecen especialmente diseñadas para echar unas "pataitas".
A partir de la fuente, el camino continúa con un leve ascenso y luego desciende por la pista asfaltada que lleva hasta San Lorenzo. La pista se une con la que baja de la Fuente del Cervunal alcanzando el Puerto de Malagón (1.536m) donde podemos observar los restos de un pozo de nieve.
Un poco mas abajo vemos señales de una Vía pecuaria, elegimos este camino en lugar de seguir descendiendo por el asfalto, pasamos por el Cordel del Valle, vallado preparado para la carga y descarga de reses, y seguimos descendiendo, no tan rápido como los dos motoristas a los que debemos ceder el paso.
Se cruza y se atraviesa una puerta junto a una columna del tendido eléctrico para ir a dar junto a la alambrada que seguimos para ir hasta la Presa del Romeral y de aquí al coche.
Como se nos ha dado tan bien, nos aseamos un poquito y nos cambiamos de ropa para dirigirnos al restaurante elegido , el Asador del Rey, para reponer fuerzas.
Chuletón de buey a la parrilla (como San Lorenzo) para dos, acompañado de ensalada de pimientos a la parrilla con ventresca y croquetas caseras de morcilla. Con su correspondiente cervecita, para hidratar, agua y café. Licores y trufas de chocolate ofrecidos por la casa.
Al salir del restaurante el día ha cambiado y el sol brilla, lo que nos invita a dar un paseito por los alrededores del Monasterio. Y así estiramos piernas y hacemos un poquito la digestión...antes de volver para casa.
Las previsiones del tiempo se cumplieron, llover, lo que se dice llover, no llovió. El tramo inicial hasta el Abantos es algo duro pero asumible. Creo que el tiempo que hemos invertido no es ninguna locura, una media de 4km a la hora, y en ningún momento hemos ido demasiado deprisa. Lo que se pierde al subir se gana al bajar. La ruta está muy bien, no se hace larga en ningún momento, la recomiendo a todo el mundo que le guste el senderismo.
Una lástima no poder haber contado con todos, nos hemos acordado de vosotros durante el camino.
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