Siete Picos

Sierra de Guadarrama, Madrid
Futuro Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama

Datos de la ruta:

Día: 15 de octubre de 2011

Distancia: 14'43 km. (en principio)
Dificultad: Baja
Desnivel: 828 m.
Duración: 4 horas.
Itinerario: Circular.

Para esta segunda ocasión  tampoco hemos logrado convencer a nadie para que nos acompañe o quizá habrán sido problemas de agenda. Seguiremos intentándolo.



Comienza la actividad a las 7, 30 saliendo de Torrijos y dirigiéndose el Co-presi en busca del Presi.
Con puntualidad británica cargamos los avíos en el coche y nos dirigimos a buscar la A-42 dirección Madrid, luego la M-50 por su lado oeste en busca de la A-6, y de ahí nos salimos por la M-601 hacia Navacerrada (que ese día estaba abierta). Una vez que llegamos al puerto, siendo las 9,30 de la mañana, dejamos el coche en el aparcamiento, y aguantando la “rasquilla” que hacía, nos dirigimos al bar- restaurante Dos Castillas ( el que sale en Telemadrid cuando empieza el frío), donde dimos cuenta de sendas tostadas de tomate ( impresionantes), café con leche y zumo de naranja.


De nuevo, haciendo gala de nuestra puntualidad, comenzamos la ruta dirigiéndonos al punto de partida para comenzar a la hora fijada: 10:00 h.



Allí coincidimos con un grupo organizado que comenzaba a la misma hora que nosotros, pero que iban más despacio y hablaban muuuuuucho. Uno de ellos se adelantó y recibió por ello el valioso regalo de ser apodado por nosotros como el Sr. Smichd ( el mismo que hizo el camino).



Seguimos caminando por el camino Smith ( punto amarillo) y fuimos adelantados por algunos ciclista ( aquello parecía una romería), vimos caballos sueltos (por lo que dejaban en el suelo) y luego que también estaban en libertad, o sea, por allí.































Después de 50 minutos caminando llegamos al Collado Ventoso, y allí que si unas fotos que si me llaman al móvil, los ciclistas preparándose para bajar la cuesta….en esto que llegan dos hombres que nos preguntan “ ¿Cuánto queda para Cercedilla?” ¡!. Y nosotros que …..sabíamos si venimos de Navacerrada.



Total que si esto que si lo otro, que nos dicen que para ir a Siete Picos tenemos que subir por la cuesta….¡¡FAAAAAAALSO!!. Nos la metieron doblada y lo que hicimos fue que atrochamos por donde no estaba previsto ir, aunque al final salimos al mismo sitio.




Llegados a este punto decidimos almorzar, y para ello nos subimos a unos riscos que había por allí, que resultó ser uno de los picos (de los 7). De eso nos enteramos cuando estando dando cuenta del queso, jamón y ….llegó un grupo organizado con una guía y les dijo que ese era el pico que le llamaban el pez(¡!), o el cerdo (¡¡¡!!!) por lo del parecido. Bueno el caso es que les fastidiamos la foto porque allí estábamos nosotros como pastor en vega, moviendo el bigote mientras ellos nos miraban.

A lo lejos se divisaba el pico Siete Picos, aparte de otras vistas sobre el valle. Lástima que el día no estaba del todo claro porque si no, la panorámica hubiese sido bestial.
































Asi que de hito en hito y siguiendo a Fito llegamos al Siete Picos, al cual nos encaramamos por su lado norte y allí que nos quedamos un rato haciendo fotos en el vértice geodésico y tal.

































Decidimos bajar y proseguir la ruta.


Y hete aquí que Fito no ve el hito  y después de cruzarnos con un montón de gente ( holaaaaaa!, buenos diaaaaass!!) de repente nos encontramos solos en un lugar “ do no hubieren hollado jamás pies de hombre alguno”.



Y que si es por allí, que no que mira donde está la Residencia que es donde tenemos que llegar….total, que sacamos la brújula que siempre nos acompaña y gracias a ella ( y a que Fito encontró el camino) nos dirigimos hacia el punto de finalización, eso sí, por otro sendero distinto al previsto….pero eso ¡qué más da!.



 


Llegamos al final a la hora prevista: 14:00 h. (¡ hay que jod.. con la puntualidad!), y nos dirigimos al coche para cambiarnos de ropa ( hay que estar limpitos), y de calzado. “Aluego” nos fuimos al bar, que es donde siempre acaban estas cosas, y , la verdad, mucho hambre no teníamos, asi que sólo nos tomamos unos huevos rotos con jamón y secreto ibérico de salamanca, regado todo ello por dos dobles de cerveza fresquiiiita, y luego un cafetito.


Aunque la ruta ha estado bién y el día nos ha acompañado, nos queda la espinita de hacer la ruta completa bordeando los Siete Picos.  Volveremos!!!

Para esta ocasión he decidido rescatar los textos que Nacho plasmó en la crónica de la ruta.






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